Angélica dejó todo botado y se viró a Yungay
"No me importa lo que piense el público", fue lo último que dijo la crespa.
Choreada como ella sola, Angélica Sepúlveda se restó de la gran final de Mundos Opuestos, agarró sus cosas desde el hotel y partió al sur junto a su familia.
En la semifinal, donde se enfrentó a Vivi Flores, la crespa hizo gala
de su actitud polémica de siempre, y cuando faltaba la última vuelta a
la prueba, la magíster en realities vio que su contendora le sacó una
amplia ventaja y se detuvo en plena competencia.
La crespa cantinfleó una explicación sobre su renuncia que de seguro no entendió ni su familia.
“Lo que piense el público en su casa no me importa nada”, se depachó
la chiquilla, quien reconoció que “me voy con un trago amargo y
desilusionada. La vida continúa y la mía sigue igual que siempre”.
En todo caso la barra no le compra la parada de choronga, y en la
gran final de anoche realizada en el gimnasio Chimkowe de Peñalolén, fue
la más pifiada, cada vez que era nombrada por los animadores Sergio
Lagos y Karla Constant.
Obviamente, Angélica no asomó ningún rulo en el recinto donde era una de las invitadas.